Trump un Presidente que para bien o para mal seguramente cambiará al mundo
27 de Enero de 2017 a las 04:01Las multitudinarias marchas de protesta de las mujeres que tanto le han dolido al nuevo Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, la baja asistencia a su posesión, los disturbios, los detenidos y las críticas que le han llovido de todas partes del mundo, no han afectado para nada al polémico millonario, que para bien o para mal de su país, empezó a cumplir lo que prometió, un país para los estadounidenses, a los que dijo les devolverá la gloria de antes. La llegada de Trump al Gobierno ha suscitado posturas muy radicales por su actitud frente a las mujeres, los homosexuales, los inmigrantes, los musulmanes, los mexicanos, etcétera, que seguramente van a generar muchos conflictos internos, pero también problemas con el mundo, pero al nuevo Presidente parece que eso le tiene sin cuidado, solo está pensando en su país y en el trabajo de los estadounidenses, sin importar las consecuencias, algo que muchos norteamericanos le aplauden.
EDITORIAL.- El nuevo presidente de Estados Unidos Donald Trump, dijo voy "hacer a Estados Unidos grande de nuevo", tanto en política exterior como en el comercio mundial, y para ello apelará al nacionalismo puro sin importar lo que pase a su alrededor. Ya arrancó haciendo cambios de forma de lo que será su nueva oficina, el Salón Oval de la Casa Blanca, que se viste ahora de dorado, el color predilecto del millonario. Quitó las cortinas, las alfombras, los sofás y devolvió un busto de Winston Churchill en lugar de uno de Martin Luther King, pero estos cambios cosméticos, llegaron de la mano de decretos y disposiciones que empezaron a transformar más profundamente el vecino país, incluyendo algunos programas y tratados que inició o que dejó firmados su antecesor el expresidente Barack Obama.
Para bien o para mal, la "era de Trump", marcará seguramente un antes y un después, por la agenda nacionalista, proteccionista y conservadora, que tiene temblando a medio mundo. El nuevo mandatario está generando mucho temor, especialmente los mal llamados ilegales, que suman más de 11 millones en este país, la mayoría de ellos mexicanos; a los que se suman los grandes empresarios con millonarias inversiones en el extranjero y los países vecinos como Mexico y Canadá, que seguramente serán los más afectados. Ya México siente la fuerte embestida, porque muchas empresas norteamericanas, principalmente de la industria automotriz, pararon sus inversiones, y cancelaron los proyectos que tenían en esta nación latinoamericana, ante la amenza de Trump de subirles los impuestos a los vehículos que se producen afuera de EE.UU.
Así como en los primeros días de su presidencia, el nuevo mandatario puso su sello dorado en la decoración de la Casa Blanca, también muchas cosas están cambiando, eliminó todo contacto en español con los hispanos, ha descartado el plan de Obama contra el cambio climático y el libre comercio mundial; puso en marcha el fin al denominado programa Obamacare, que otorgó seguro sanitario a más de 20 millones de personas, mientras el Congreso deroga y sustituye el plan de salud. Además dijo que está listo para emprender su lucha contra los “ilegales” en su país, porque como dijo en su campaña, es una de sus prioridades. Amenazó con la deportación de los indocumentados con antecedentes penales, y sigue sosteniendo que construirá el muro en la frontera con México para detener la entrada de drogas y la inmigración clandestina, obra que se realizará según sus cuentas, con dinero de los mexicanos.
El temor en la era Trump es que aparte de que sus nuevas políticas económicas que seguramente afectarán a todos, inicie conflictos internacionales en cumplimiento de su ideal nacionalista, que seguramente fortalecerá con las Fuerzas Armadas, porque ya anunció que va "aumentar el número y la
efectividad de los agentes de policía", y también que va proteger el derecho de los estadounidenses a portar armas.
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