Venezuela y México, dos “bombas de tiempo” en Latinoamérica

EDITORIAL. Unidos a una crisis de gobierno, México y Venezuela se están enfrentado al cansancio de sus ciudadanos que ven como su nación se hunde cada día que pasa, mientras en las calles crecen las protestas, muchas más marchas y suben de tono las críticas, nacionales e internacionales, que tienen a los dos países a puertas de crisis mucho más profundas.

La situación en ambas naciones está generando mucha más violencia, más crimines, más delincuencia y por supuesto más pobreza, un mal que une a estos dos países ricos en petróleo, pero cuyos recursos o no han sido bien administrados, o han enriquecido tan solo a unos cuantos, porque lo cierto es que no han llegado a toda la comunidad, como debiera. A esto súmele narcotráfico, corrupción y un alto crecimiento de delincuencia, y tendrá verdaderas “bombas” de tiempo porque la gente se cansó de esperar un cambio y sobre todo JUSTICIA, porque los verdaderos delincuentes no son los que están pagando por sus crimines, sino muchos inocentes.  

En Venezuela el Presidente Nicolás Maduro no ha podido gobernar, primero por los duros cuestionamientos de su elección, los problemas derechos humanos, el desabastecimiento, el crecimiento de la criminalidad y ahora ultimo por cuenta de uno de sus más graves problemas, el mal manejo económico del país, que pese a su millonarios ingresos está a punto de irse a pique, con una inflación galopante, un dólar inestable y muchas empresas huyendo de este país, dejando a miles de venezolanos sin empleo. En México las cosas son a otro precio, pero con el mismo resultado, porque las protestas están creciendo no solo en cantidad de personas, sino también en violencia y exigencias, ante la falta de respuestas del Estado a todos sus males. Asesinatos, secuestros, crímenes y general un clima muy violento, sacuden a todo México, mientras el Gobierno de Enrique Peña Nieto se enreda en problemas de gobernabilidad, falta de credibilidad y denuncias de corrupción.

Con este duro panorama cualquier cosa puede pasar en México y Venezuela, aunque el mundo espera que todos los cambios se den pacíficamente, algo que muchos creen será difícil de lograr.