Trump furioso porque países latinoamericanos hacen alianza con China

El Salvador, Panamá y República Dominicana, están en la mira del Presidente Donald Trump, que está casando peleas con todo el mundo, y ahora fue con los países latinoamericanos que están buscando alianzas comerciales con China, que ya está ingresando con millonarias inversiones en la región antes dominada exclusivamente por Estados Unidos y Europa. Analistas y críticos, creen que lo que pasa en Latinoamérica es el resultado de las políticas internacionales estadounidenses que van de mal en peor. Hoy, China es el mayor socio comercial de Brasil, Chile y Perú.

EDITORIAL.- Como si no fueran suficientes los líos que tiene Estados Unidos con varias naciones, incluido México, China, Canadá, los países de la Unión Europea y demás naciones que están en problemas económicos por culpa de las políticas del nuevo Presidente Donald Trump, ahora la Casa Blanca se enfrenta a El Salvador, Panamá y República Dominicana,  porque supuestamente están buscando alianzas comerciales con China.

Fue tan duro el golpe para la administración Trump que los países latinos dieran este paso, que el Departamento de Estado ordenó regresar a Washington a su embajador en El Salvador y citó a sus principales diplomáticos en la República Dominicana y Panamá para consultas oficiales en respuesta a las recientes decisiones de estos países de reconocer a China.

El problema comenzó el 21 de agosto, cuando el presidente de El Salvador, Salvador Sánchez Cerén, declaró que el país centroamericano, de 6 millones de habitantes, revocó su relación diplomática de 57 años con Taiwán a favor de establecer vínculos con China continental. El anuncio, casi sin advertencia previa, durante un discurso nacional televisado pronto provocó conmociones en las capitales extranjeras de Beijing, Taipéi y Washington. Los primeros signos de discordia fueron los murmullos de desaprobación del embajador de EE.UU. en El Salvador, Jean Manes, y altos funcionarios estadounidenses a cargo de la política hemisférica en Washington, así como una alarma del senador de Florida, Marco Rubio, que calificó la decisión como un "terrible error". La presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen, denunció el "cada vez más descontrolado comportamiento de China". No obstante, los funcionarios de Beijing prometieron que "el pueblo de El Salvador sentirá la calidez y la amistad del pueblo del gigante asiático y obtendrá beneficios tangibles de su cooperación”.

Lo que está pasando comercialmente entre EE.UU., y América Latina, ya tiene varias repercusiones, en 2017, el comercio total de China con América Latina alcanzó los US$ 260.000 millones, un enorme aumento respecto de los US$ 10.000 millones del año 2000, y el stock de inversión extranjera directa superó de manera similar los US$ 200.000 millones. Recientemente, el gigante asiático eclipsó a la Unión Europea para convertirse en el segundo socio comercial de América Latina después de EE.UU.

El llamado a consultas de Estados Unidos a sus representantes en Panamá, El Salvador y República Dominicana por los nexos con China ya está generando fuertes críticas del mundo, que ven la “prepotencia” de Trump, pero también está generando miedo en algunos gobiernos y especialmente empresarios que temen que las relaciones económicas con la potencia norteamericana sean afectadas.

Durante años EE.UU., ha visto a Latinoamérica por encima del hombre, es considerado como el “patio trasero”, pero en lo comercial siempre ha mantenido buenas relaciones y mucho más ahora que la región se ha convertido en una grande consumidora de productos importados, para el gran mercado de China. Por ahora Panamá entabló las relaciones diplomáticas con China en junio de 2017, mientras que República Dominicana y El Salvador lo hicieron en mayo y agosto pasados, lo que no tiene muy contento a Trump, pero ya hay otras naciones caminando en el mismo sentido, mientras crecen las inversiones del país asiático en la región, que antes dependía exclusivamente de EE.UU., y Europa.