Argentina está paralizada por huelga de trabajadores.
31 de Marzo de 2015 a las 12:04Manifestantes exigen al Gobierno rebajas en los impuestos al salario.
Con esta huelga ya son cuatro las grandes protestas que se han realizado contra el gobierno de la presidenta Cristina Kirchner, quien asumió el poder en 2007. Las grandes ciudades fueron palizadas totalmente desde el martes, incluido el trasporte público, aéreo y férreo, porque no se permite la movilización de casi ninguna persona. Sólo algunos automóviles circulan por Buenos Aires, mientras la policía custodia para que no se presenten desordenes.
BUENOS AIRES.- Desde el martes y hasta el cierre de esta edición gran parte de las principales ciudades argentinas estaban prácticamente inmovilizadas, luego que los sindicatos más importantes de este país latinoamericano decidieran salir a huelga, para exigirle al Gobierno cambios en el impuesto a los salarios que los tiene fuertemente afectados.
El paro es liderado por el gremio de trasportadores, especialmente los de servicio de carga y pasajeros, que iniciaron los bloqueos en las principales vías, logrando que trenes, autobuses y el metro dejaran de funcionar en Buenos y en grandes capitales provinciales como Rosario, Córdoba y Mendoza, además de afectar las operaciones en el aeropuerto, porque todos los vuelos nacionales y regionales programados fueron cancelados. También se han visto afectados los puertos y los servicios públicos como la recolección de basuras que fue interrumpido, mientras en los hospitales solo se está atendiendo emergencias.
Los líderes de la protesta y agrupaciones de izquierda que buscan un gran respaldo popular para sus protestas, lograron impedir el ingreso de miles de trabajadores que intentaban llegar a sus puestos de trabajo, inclusive los que viajaban en sus propios vehículos. La estación terminal de trenes por donde llegan a diario centenares de miles de pasajeros provenientes de la poblada periferia sur, se encontraba con las rejas cerradas y sin ningún movimiento desde la media noche del lunes.
Desde el Gobierno, el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, volvió a tildar de "político" el paro y aseguró que "hubiera trabajado el 95 por ciento de la gente, pero no pueden porque no tienen con qué viajar", mientras miles de manifestantes impulsados por los sindicatos exigen en las calles de las grandes ciudades modificar el impuesto que le han colocado a los salarios.
Todo comenzó como un simple paro de los trabajadores del transporte, los de chóferes de autobús y locomotoras, al que luego se le fueron sumando muchos más argentinos descontentos con lo que está pasando en su país, entre ellos hasta los trabajadores de los bancos, que exigen cambios en el Gobierno de la peronista Cristina Fernández de Kirchner.
La situación es delicada especialmente por los grandes problemas económicos que enfrenta Argentina, un país sumido por la inflación, los altos impuestos y los fuertes debates políticos, además de los problemas legales que enfrenta su Presidenta.
Según el ministro de Economía, Axel Kicillof, el impuesto no se va retirar por la huelga, porque según él solo afecta a una minoría que gana más de 15.000 pesos (unos 1.700 dólares), quienes se les deduce hasta el 35 por ciento de sus ingresos.
Hasta el cierre de esta edición trabajadores y gobierno no habían logrado un acuerdo para levantar el paro, como se logró a finales del 2014 cuando desde la Presidencia se establecieron diálogos con los líderes sindicales, luego de anunciar que el medio aguinaldo de diciembre estaría exento del impuesto a las ganancias.
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