Canadá envía apoyo a las autoridades de Haití, país que se hunde en manos de los delincuentes

Ante la anarquía total que rige actualmente a la isla, el gobierno de Trudeau enviará más vehículos blindados a Haití e impondrá nuevas sanciones a individuos, dice el embajador de Canadá ante la ONU, Bob Rae, quien recientemente regresó de una misión de investigación a la nación isleña. Canadá también tiene previsto enviar a tres expertos para que trabajen con la Policía Nacional de Haití y hagan una evaluación de las necesidades.

EDITORIAL. – En un intento por recuperar el país que está en manos de los delincuentes, Canadá y otros países se han unido para enviar apoyo a las autoridades locales. La actual situación humanitaria en Haití, el país más pobre del hemisferio occidental, es extremadamente grave, entre otros factores por una incipiente inseguridad por la presencia de bandas armadas.

En respuesta a una solicitud de Estados Unidos para que Canadá se hiciera cargo de los esfuerzos para salvar a Haití de la anarquía. La clave del enfoque de Canadá, es impulsar y equipar a la Policía Nacional de Haití.

Para el Gobierno canadiense hay una necesidad de fortalecer a las autoridades y darles capacitación para enfrentar de la mejor manera a la delincuencia armada que se ha tomado el país. El bloqueo de la principal terminal de combustible de Haití por parte de la alianza de pandillas G9 terminó dos semanas después de que Canadá y Estados Unidos enviaran vehículos blindados a la policía haitiana el 15 de octubre. Ese bloqueo había paralizado el transporte y la industria en un país que carece de una red eléctrica confiable y depende en gran medida de los generadores diesel.

Pero las pandillas retienen el control de otros territorios que han tomado, incluido el principal palacio de justicia del país, pero con el apoyo de Canadá y EE.UU., ahora las autoridades están respondiendo estos ataques y enfrentando los grupos delincuenciales. Las cosas ahora están un poco más tranquilas, pero es un tipo de calma casi misteriosa, porque la gente está aterrorizada de salir, dijo el embajador de Canadá ante la ONU, Bob Rae, en su informe al primer ministro de Canadá.

De acuerdo al alto funcionario las pandillas controlan fácilmente el 70 por ciento de Puerto Príncipe y partes significativas del resto del país, y bloquean la principal carretera nacional, que va de norte a sur. “La gente vive muy, muy precariamente. Todavía hay una grave crisis alimentaria y un gran número de personas que viven en la pobreza total”.

"Reconocemos que jugaremos un papel de liderazgo en esto", dijo el primer ministro Justin Trudeau esta semana a los medios de comunicación sobre lo que pasa en Haití. "Este es un desafío que está cerca de nuestros corazones y hay un nivel de confianza entre el pueblo haitiano y el gobierno canadiense que tienen menos con otros aliados en otros lugares".

No es solo la larga historia de participación de Canadá en Haití y su gran población de la diáspora haitiana lo que ha aterrizado la pelota en la cancha de Canadá. También es la presión de la administración del presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, que ha dejado en claro que le gustaría ver a Canadá hacerse cargo de Haití mientras Estados Unidos enfrenta otros problemas en otros países.

El primer ministro de facto de Haití, ha pedido una fuerza militar extranjera para entrar en su país y enfrentarse a las pandillas. Trudeau dejó en claro que eso por ahora no pasará, aunque no descarta de plano esta opción. "No hemos quitado nada de la mesa, sabemos muy bien que hay enormes desafíos cuando se trata de intervenciones".