El derrumbe petrolero de Alberta está afectando a todo Canadá

Desempleo profundiza crisis económica de la que fuera la provincia más prospera de Canadá.

Durante más de una década, Alberta fue la provincia más prospera del país, su bonanza petrolera por el elevado precio del petróleo, pero especialmente por tener las terceras mayores reservas de petróleo del mundo, la primera es de Venezuela y la segunda de Arabia Saudí, sumado a la llegada de grandes compañías, la inversión estatal en obras de infraestructura, el avance del negocio de bienes raíces y los centros comerciales, generaron un gran boom de esta región, que ahora enfrenta una dura crisis económica.
 

ALBERTA.- La hasta hace pocos años floreciente provincia de Alberta, que tenía empleo para todo el mundo, estaba boyante en recursos públicos para inversión y tenía grandes proyectos, dio un giro de 180 grados, y ahora es una región que se hunde, arrastrada por la caída de los precios internacionales del petróleo, algo que ya está afectando a todo Canadá. Ante la situación el Gobierno provincial pide ayuda al Federal, pero hasta el momento muy poco se ha podido hacer.
 

La que fuera la Provincia más prospera de Canadá, a la que estaban llegando inmigrantes de todo el mundo y recibiendo miles de canadienses de otras regiones, porque había empleo muy bien pago para todos ellos, en los últimos 12 meses, ha visto perder un total de 35.000 puestos de trabajo, cerrar muchas compañías, y vivir en medio de una crisis económica que está afectando a todos sus residentes. Tan solo en enero en la provincia 10 mil personas fueron despedidas.
 

Hasta el año 2014 la tasa de desempleo en Alberta llegaba al 4,5, muy por debajo del estándar nacional, en el último año la cifra ya subió al 7,4 por ciento, y va en aumento, algo que refleja lo que está pasando en esta provincia, que regreso a los niveles de desempleo de hace 20 años, cuando no se había iniciado el boom petrolero.
 

La salida de muchas compañías petroleras, el cierre de otras que les prestaban servicios, sumado a la perdida de los inversionistas extranjeros y locales que no quieren arriesgar grandes capitales en Alberta, están provocando una grave crisis en la principal zona petrolera del país, algo que indudablemente afecta a todo el territorio nacional y especialmente la economía canadiense que no sentía un golpe tan duro desde hace años.
 

Por tener una de las mayores reservas petroleras del mundo, desde 1999, Alberta logró una gran transformación, en parte por el apoyo del Gobierno Federal, y se convirtió en la provincia con mejor desarrollo y millonarias inversiones de capitales, lo que atrajo a muchas empresas, inmigrantes y canadienses a esta zona, que querían un mejor futuro, pero especialmente porque había una gran fuente de empleo bien remunerado, por encima de lo que pasaba en el resto del país, pero eso ha cambiado considerablemente en los últimos tres años.
 

La situación está generando que el Gobierno provincial y el federal busquen alternativas para salvar a Alberta, entre ellas  la inversión de recurso del estado en infraestructura como lo propone el Primer Ministro, con lo que se busca generar más empleo en la zona. A ello se suma una inyección de unos 1.000 millones de dólares canadienses, para enfrentar el impacto que tiene la caída de los precios internacionales del petróleo que en el último año ha perdido unos 30 dólares por barril, colocándolo muy por debajo de la cotización que permite que la explotación petrolera en Alberta sea viable para muchas empresas que han preferido entregar al gobierno sus pozos petroleros.
 

Si el precio internacional del petróleo no mejora, Alberta seguirá hundiéndose y con ello afectará a todo el país que está perdiendo grandes recursos para invertir. La situación no pinta muy bien para el 2016, porque todo apunta a que el precio del crudo seguirá bajando, lo que seguramente va general mucho más desempleo en la zona, que se acostumbró a vivir de sus pozos petroleros, de su industria y de los miles de millones que invertían las grandes multinacionales que ahora están llevando sus capitales a otras partes del mundo, y están cerrando puestos de trabajo, como British Petroleum y ExxonMobil, que ya han anunciado que eliminarán más puestos de trabajo.