La Familia

Por: Anabelle Chacón Castro

El núcleo fundamental de la sociedad.

Según la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la familia es el grupo natural que existe entre personas producto de una relación reconocida, actualmente llamada matrimonio.   La definición común que se encuentra en diccionarios es que familia es un grupo humano que está ligado por un lazo de consanguinidad o parentesco, especialmente por el matrimonio.  También se reconoce como un grupo de personas que viven en un mismo sitio producto de lazos reconocidos entre sí.

Es difícil dar una definición única de familia, más aún en la actualidad, donde el concepto a evolucionado muchísimo dependiendo de muchas circunstancias que van desde lo social a lo religiones y pasando, por supuesto, por lo geográfico.   En la actualidad se pueden hablar de las familias tradicionales, familias homo parentales, familias mono parentales y familias asimiladas, cuando se refiere exclusivamente al núcleo familiar más cercano.

La familia tradicional corresponde al esquema que se ha mantenido en el mundo occidental; es decir, la que está formada por padre, madre e hijos; en el occidente, porque la visión del medio oriente puede incluir la existencia de más de una esposa; sin embargo, esto se regiría a la aceptación social y religiosa del grupo humano en que se vive y sería considerada como una familia tradicional para ese tipo de sociedad.

La familia homo parental, que ha comenzado a proliferar y está constituida por dos padres o dos madres; es decir, que está conformada por una pareja homosexual que procrean hijos sea por concepción artificial (en el caso de madres) o por alquiler de vientre (en el caso de padres) o por adopción.  También puede incluir casos donde los hijos provienen de relaciones heterosexuales previas a la unión homosexual.  Cabe indicar que en muchos países el matrimonio homosexual es legal y legítimamente reconocido y ésta es una tendencia cada vez más aceptada.

La familia mono parental, donde se da la existencia de una sola cabeza de familia (mujer en su mayoría) y la presencia de hijos; generalmente proveniente de una separación de los padres o del divorcio de los mismos.  Actualmente, solamente el 8% de la población mundial vive con sus dos progenitores.

Finalmente, la familia asimilada, que es la que incluye diferentes situaciones atípicas que no se ajustan a las descripciones anteriores.  Por ejemplo, las familias que las conforman abuelos y nietos por el abandono de los padres, sea por motivos de migración u otros.  O, la familia que se forma por uniones de grupo de presión social, como las pandillas o mendigos, que se agrupan para proteger y poder subsistir.  O, la familia donde los esposos traen hijos producto de relaciones previas y/o procrean los suyos.

En fin, es difícil que el concepto de familia en la actualidad se fije a uno solo porque la evolución de la sociedad no permite que esto sea un concepto predeterminado.  Sin embargo, más allá de las relaciones que se establezcan entre sus miembros, lo más importante que debe existir para que permanezca unida es el amor, respeto y un profundo sentimiento de solidaridad, donde se establezca un sentido de incondicionalidad que permita mantener los lazos fuertes de indivisibilidad. 

Para nosotros los hispanos, el concepto de familia es mucho más amplio que el núcleo que nos rodea, sea padres e hijos, sino que lo entendemos como algo más amplio donde se incluye a abuelos, tíos y primos.  Claro que este concepto se modifica cuando emigramos, porque ante la ausencia de ellos, extendemos nuestros lazos familiares a los amigos y desarrollamos un sentimiento de familiaridad con ellos.   Esto, visto por otras comunidades, nos da una imagen de afectividad que envidian porque tenemos la facilidad de ser amigables y mantener ese tipo de afectividad que la ponemos de manifiesto y que nos identifica como una característica buena.

El 17 de febrero, en Ontario, se celebró el Día de la Familia y fue un motivo para hacer una alto y pensar en nuestros seres queridos, aquellos que comparten con nosotros el diario vivir, aquellos que nos razón a nuestra existencia, que nos acompañan en las buenas y las malas.  Esos son familia, no los que tienen un lazo de consanguinidad que muchas veces nada significa, porque no están presentes en nuestras vidas; mientras que otros, quizás a la distancia o sin ser sangre, son los que nos apoyan y muestran su amor con sus detalles. 

No importa la familia que tengamos, lo que importa es que la preservemos, que la mantengamos y que sean el baluarte de la sociedad con los principios de respeto y solidaridad.  No sirve de nada que nos demos golpes de pecho en la iglesia y demos todo a otros sino somos capaces de amar a los nuestros y de apoyarlos en toda circunstancia.  Ese es el verdadero sentido de familia.