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LOS JUEGOS PANAMERICANOS 2015 Unidos Jugamos, es su lema.

09 de Julio de 2015 a las 08:40

panamericanos

Por: Anabelle Chacón Castro

Es verano y llegaron los Juegos Panamericanos a Toronto. Los eventos  deportivos convocan a las masas, pero los organizadores están preocupados por la poca demanda de los boletos para las competencias preliminares en todas las especialidades. Hasta la semana anterior solamente se reporta la venta de una tercera parte de las entradas y la mayoría de ellas son para los eventos de las medallas, donde ya no se puede encontrar casi ninguna a este momento; es decir, para la etapa final de las competencias la asistencia está garantizada. Esto significa que los graderíos van a estar casi vacíos en las eliminatorias. Tal es el caso que se anunció una venta de último momento para la ceremonia de apertura que será el 10 de julio, porque no se ha logrado la venta total de las entradas y sería muy embarazoso para la ciudad anfitriona no poder llenar el Rogers Center ni siquiera en la inauguración.
 

En los días previos al inicio de los Juegos, Toronto vive en un caos bajo la presión de embellecer la ciudad y darle el aspecto más impresionante posible para quienes nos visiten. Esto es completamente entendible por la inversión que representa la organización, una cifra no despreciable de 1.4 billones de dólares más 1 billón que cuesta la villa olímpica, casi tres veces lo que gastó México en el 2011.
 

Para alguien, como yo, que me gustan las matemáticas simples, me pregunto si este escandaloso gasto era necesario (eso por no mencionar los sobreprecios que ha habido donde el comité gastaba más en seguridad que en los atletas). ¿No hubiese bastado gastar el doble del presupuesto que uso su predecesor en los juegos de Guadalajara  e invertir en la promoción interna del deporte para que la ciudad, la provincia y por ende el país, se sienta identificado con el deporte y muestre interés al momento que tenga que ser el anfitrión? Así nos evitaríamos ahora la vergüenza de contar con la poca asistencia que se puede percibir por la baja venta de las entradas.
 

Y esto por hablar del espíritu deportivo que es el que debe primar en este tipo de evento y no por tocar el tema de que el presupuesto viene el 35% del gobierno federal, el 35% del provincial y el 30% de los locales; es decir: Toronto, Vaughan, Scarbourgh y Hamilton, que de una u otra forma han sido subsidiados por Toronto debido a los imprevistos cambios de sedes en los diferentes deportes que han influido en la infraestructura.
 

Pese a todos los problemas, los Juegos están aquí y debemos dar la bienvenida a los 41 países que nos visitan y acudir a  apoyar a nuestras delegaciones que nos representan. Disfrutemos del espectáculo y maravillémonos con la belleza  de las disciplinas deportivas, estoy segura que todos podemos encontrar algo que sea de nuestro agrado y hacer de esto una oportunidad para estar en familia y henchirnos de amor patrio de los países que nos vivieron nacer y que ahora están aquí en la ciudad que nos acogió como un segundo hogar. Pero no solamente hay deporte sino una serie de actos culturales, musicales y de entretenimiento familiar. Junto con Pachi, aunque hasta ahora no entiendo como un puerco espín representa Canadá, digamos “Unidos Jugamos” que es lema de los juegos, para alentar a los deportistas.

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