¿Está de acuerdo que Canadá ponga fin a bombardeos contra terroristas islámicos?

Una gran polémica nacional se ha desatado con el anuncio del Gobierno en la lucha contra los grupos terroristas islámicos, luego que el mismo Primer Ministro, Justin Trudeau, informara el lunes que antes del 22 de febrero pondrá fin a los bombardeos que realiza la fuerza aérea canadiense contra ISIS en Irak y Siria, (ver informe La Portada Canada, sección Canadá), por ello muchos canadienses se están preguntado qué tan bueno o malo puede ser esto para el país. ¿USTED QUE OPINA?
 

EDITORIAL.- Aunque el Primer Ministro ya lo había dicho, incluso mucho antes de que fuera elegido, la polémica decisión que tomó el lunes de retirar los aviones canadienses con los que se bombardean a los terroristas en Siria e Irak, desató duras críticas contra el Gobierno, dentro y fuera del país, pero también mucho apoyo a Trudeau, quien está tumbando muchas de las políticas nacionales e internacionales que dejó el anterior primer ministro Stephen Harper.
 

Para los conservadores, partido en la oposición, este es un paso atrás de Canada frente a los terroristas, es un mensaje de debilidad y de paso le da la espalda a una coalición que está luchando para detener el avance de los grupos terroristas que tanto daño le están causando al mundo, dejando muertos en diferentes partes del planeta con sus atentados y crímenes en Canadá, Estados Unidos y Francia, entre otras naciones.
 

Para los liberales y organizaciones humanitarias que respaldan al Gobierno, es lo mejor que puede hacer el país, porque Canadá se dedicará a realizar labores humanitarias en la zona de conflicto, y apoyará con entrenamiento a las tropas sirias para que ataquen a ISIS, pero la propuesta no cayó muy bien entre la mayoría de canadienses que consideran que los ataques aéreos a estos terroristas y el apoyo a la coalición internacional que enfrenta esta guerra, debe continuar, según encuesta revelada en los últimos días.
 

Aunque los inmigrantes no son muy dados a opinar sobre estos temas, algunos porque los desconocen y otros porque falsamente creen que no los afectan, lo cierto es que realmente todos los canadienses están tomando partido entre los que apoyan a Trudeau y los que se quedan con las políticas diseñadas por Harper, al menos en materia de lucha antiterrorista, porque sienten que el nuevo Gobierno está siendo muy débil, algo que podría poner en riesgo al país.
 

El gran problema en esta polémica, es que la terminación de misión de bombardeo de Canadá contra ISIS - también conocido como el Estado Islámico, es que por ahora el Gobierno no ha logrado presentar una justificación que convenza a las mayorías. Ni siquiera el alto costo que representa este combate contra ISIS lo justifica, porque los Liberales dieron a conocer que el presupuesto para esta lucha se aumentará para realizar más ayudas humanitarias en la zona.
 

Canadá por ahora se va retirar del campo de batalla, dejará actuar a los países que apoyan a Estados Unidos en esta guerra, pero esa posición ya está generando cambios importantes internacionalmente, porque el Ministro de Defensa Canadiense ya no es invitado a formar parte de la planificación de esta guerra antiterrorista, como paso en la última reunión y se empieza ver a Canadá de otra forma, para bien o para mal, en la guerra contra los extremistas islámicos. Canadá ya no tiene un papel significativo en la coalición.
 

La tarea ahora del Primer Ministro es convencer a los canadienses que la retirada de Canadá de estos combates aéreos contra los terroristas no representa realmente una posición débil del país contra estos extremistas, sino una posición más humanitaria. La polémica ahora pasa al Parlamento donde se debatirá el tema, pero lo más seguro es que Trudeau gane esa batalla, porque cuenta con las mayorías, aunque esto le represente un bajón en su popularidad.